LA PACIENCIA DE DIOS – JONÁS 4

Introducción

He resumido el capítulo 4 en la siguientes partes:

1. El enojo de Jonás
2. La paciencia de Dios
3. La misericordia de Dios

1. El enojo de Jonás

En este último capítulo de la historia de Jonás se nos deja claro que Jonás tenía un serio problema con el enojó. En vez de decir el enojo de Jonás, tendría que ser el enojon de Jonás.

Notamos en el versículo 2 que Jonás ora a Dios y le expresa su enojó:

Jonás 4:3… «te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida».

Luego también lo vemos en los versículos 8 y 9:

Jonás 4:8 Y sucedió que al salir el sol, Dios dispuso un sofocante viento del este, y el sol hirió la cabeza de Jonás, así que él desfallecía, y con toda su alma deseaba morir, y decía: «Mejor me es la muerte que la vida». 9 Entonces Dios le preguntó a Jonás: «¿Tienes acaso razón para enojarte por causa de la planta?». «Tengo mucha razón para enojarme hasta la muerte», le respondió.

La noticia de que Nínive se salvará enojó de gran manera a Jonás. Por un lado, es extraño ver el enojo de Jonás, ya que él sabía que Dios quiere que todos se arrepienten. No solo esto, pero también Jonás había experimentado la misericordia de Dios en su vida—cuando se encontraba en el vientre del gran pez—y ahora no entendía porque Dios estaba extendiendo su misericordia con los Ninivitas. Por el otro lado, esta situación solo sobresalta el problema de enojo que tenia Jonás.

2. La paciencia de Dios

A pesar del enojo de Jonás, Dios muestra su gran paciencia con él, al hacerle una pregunta retórica. Las preguntas retóricas se hacen para enfatizar un punto y no necesitan una respuesta. La respuesta es obvia en la pregunta.

En los versículos 4 y 9, vemos que Dios no creía que Jonás estaba justificado en enojarse, y Dios no le da la razón. En vez, Dios trato de razonar con Jonás para que él se diera cuenta de su error por sí mismo.

En los versículos 10 y 11, Dios le deja ver su punto de vista sobre Nínive a Jonás, e insiste en describir a tal como “la gran ciudad”. El argumento de la planta deja claro la justificación de Dios ante sus acciones (la de no destruir a Nínive), y ante cualquier argumento en contra del buen juicio de Dios (el que Jonás no estuviera de acuerdo). Dios estaba preocupado hasta por los animales.

En su paciencia, Dios estaba dejando que Jonás realizará su falta de misericordia, y que se diera cuenta de la condición de su corazón, y que realizará que era un enojon.

También en su paciencia, Dios envió una planta para que protegiera a Jonás del clima, y luego a un gusano para que se comiera la planta, de la misma manera que también había enviado la tormenta y el pez en el capítulo 1. Fue para ayudar a Jonás y no para destruirlo. Esto fue porque Dios tenía paciencia y misericordia aún para este profeta enojon.

3. La misericordia de Dios

Jonás quería la destrucción total de Nínive, pero Dios tenía piedad de ella. Esto es porque Dios tiene piedad de las personas. Este es el carácter de Dios. Dios es paciente y misericordioso.

Fuera del libro de Jonás también notamos este carácter de Dios:

Éxodo 34:6 (NBLA) Entonces pasó el Señor por delante de él y proclamó: «El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad.

Números 14:18 (NBLA) “El Señor es lento para la ira y abundante en misericordia, y perdona la iniquidad y la transgresión; pero de ninguna manera tendrá por inocente al culpable; sino que castigará la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación”.

Salmo 86:15 (NBLA) Pero Tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de piedad, Lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad.

Jeremías 18:7-8 (NBLA) En un momento Yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir; pero si esa nación contra la que he hablado se vuelve de su maldad, me arrepentiré del mal que pensaba traer sobre ella.

Los profetas del Antiguo Testamento conocían el carácter de Dios , y este conocimiento indicaba una relación cercana entre el profeta y Dios, ya que se puede conocer el carácter de alguien entre más lo conocemos.

Conclusión

Dios tuvo misericordia de Nínive así también como la tuvo con los marineros y así como la tuvo con Jonás. De la misma manera, Dios tiene aún misericordia de las personas.

Vemos 3 diferentes tipos de personas en este libro:

1. Personas como Jonás, que son cristianas o que en algún tiempo caminaron con Dios.

2. Personas como los marineros, que no son cristianas pero que tratan de hacer lo bueno en la vida. Quizás son personas que son de otra religión.

3. Personas como los de Nínive, que estan completamente alejadas de Dios y que activamente están haciendo lo malo y saben que están haciendo lo malo.

No importa en que categoría de personas seamos, hay misericordia de Dios para nuestras vidas y Dios extiende su paciencia con nosotros. Dios quiere que nosotros, al igual que ellos, nos demos cuenta de nuestro error y clamemos a Él en arrepentimiento.

No tardemos, no resistamos, clamemos a Dios.

Y en Cristo Jesús, lo podemos hacer.

Tocando fondo – Jonás 2

Introducción

En el capítulo 1 aprendimos que Jonás estaba huyendo de la presencia de Dios.

Fue una reacción drástica a la palabra del Señor que vino a él, diciéndole que fuera a predicar a Nínive. El decide ir al lado opuesto a Nínive, y paga un pasaje para ir a Tarsis en barco.

Sin embargo, compadeciéndose de él, Dios envía una gran tormenta, mientras Jonás se encuentra durmiendo en el barco, despreocupado de todo y de todos. Esta tormenta causa un pánico con los marineros, los cuales se enteran que Jonás estaba huyendo de Dios–el Dios del cielo, creador del mar y tierra–y a pesar de hacer todo lo posible para evitarlo, terminan haciendo lo que Jonás les dijo que hicieran con él, esto es, tomarlo y echarlo en el mar para que la tormenta se calmara. 

Y justo cuando Jonás pensó que se saldría con su plan de acabar con todo, justo cuando la tormenta amenazaba la vida de todos en el barco, justo cuando los marineros lo toman y lo echan al mar, justo cuando Jonás enfrentaba la muerte, su Dios misericordioso envió un un gran pez para que se lo tragara, y así eventualmente salvarlo.  

Nos damos cuenta que Dios amaba a Jonás, y aunque Jonás estaba dispuesto a terminar con todo, Dios no estaba dispuesto a terminar con él. 

Pero no sin antes permitir que Jonás tocara fondo.

Y es aquí donde nos encontramos en el capituló 2. Jonás esta dentro del gran pez y él al fin ora. Notamos que Jonás está diciendo bastante en su oración, entonces he tratado de organizar el capítulo 2 en tres partes, las cuales son:

  1. El descenso de Jonás 
  2. El arrepentimiento de Jonás 
  3. El rescate de Jonás 

Empecemos con el número 1 entonces:

1. El descenso de Jonás 

El proceso del descenso de Jonás realmente empezó en el capítulo 1. Vemos que el:

  • El texto nos dice que Jonás descendió a Jope (1:3)
  • El texto también nos dice que estando en el barco rumbo a Tarsis, Jonás bajó a la bodega del barco (1:5)
  • Por último, el texto nos dice que estando en medio de la tormenta, y cuando ya no había otra salida, Jonás es arrojado del barco hacia el mar (1:15)

Y ahora en el capítulo 2 vemos qué Jonás descendió hasta las profundidades del mar, y así física y literalmente toca fondo: 

  • “Desde el seno del Seol pedí auxilio,” (2:2)
  • “Me habías echado a lo profundo, en el corazón de los mares,” (2:3)
  • “Me rodearon las aguas hasta el alma, el gran abismo me envolvió,” (2:5)

Jonás físicamente se había ido lejos, tratando de huir de la presencia de Dios. Dios físicamente lo hunde al fondo del mar.

Datos curiosos

  • La profundidad promedio del océano mundial es de aproximadamente 3800 m (12 500 pies), que es aproximadamente cuatro veces más profunda que la elevación promedio de la tierra (840 mo 2800 pies).
  • El punto más profundo del mar que se conoce es de casi 7 millas de profundidad, o casi 11 kilómetros (según el Servio Nacional del Océano, EEUU).
  • El punto más alto del planeta es de 29,029 pies de altura (casi 5.5 millas), 8848 metros (casi 9 kilómetros). 
  • El punto más profundo del mar Mediterráneo es de un poco más de tres millas (17280 pies), que son un poco más de 5 kilómetros. Este punto queda en lo que se llama el Mar Jónico.

Tocando fondo

Lo que le estaba sucediendo a Jonas físicamente, o literalmente, también le estaba pasando en un sentido existencial. El también estaba tocando fondo en un sentido figurativo. 

La Red Nacional de Apoyo y Soluciones para Adicciones (de España), dice que: A nivel terapéutico se le llama “tocar fondo” a una experiencia extrema vivida por el paciente que le ha hecho tomar conciencia de su situación real y de la necesidad de un cambio radical.

Similarmente, IVANE SALUD, también de España, dice esto sobre qué significa tocar fondo. Dice: Esta expresión representa la idea de que la persona que mantiene un consumo o un comportamiento de riesgo llega a un punto en que se da cuenta de que no puede seguir así y debe de realizar un cambio en ciertos aspectos de su vida.

Jonás había comenzado un descenso al huir de la presencia de Dios, y Dios, en su misericordia–e irónicamente–lo lleva a profundidades inimaginables. Jonás estaba tocando fondo en todo el sentido de la palabra. 

Continuemos adelante con el número 2: 

2. El arrepentimiento de Jonás

Algunos se preguntan si Jonás murió dentro del pez. Aunque sí pudo haber muerto en el pez, no parece ser probable que haya fallecido. 

En el versículo 2 vemos que Jonás dice: Desde el seno del Seol pedí auxilio. 

Los maestros de la Biblia señalan que Jonás se refiere al hecho que esta experiencia fue como si él hubiera muerto. 

Los que creen que Jonás murió dentro del gran pez citan lo que Jesús dijo: 

Mateo 12:38 Entonces algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver una señal de parte Tuya». 39 Pero Él respondió: «Una generación perversa y adúltera demanda señal, y ninguna señal se le dará, sino la señal de Jonás el profeta; 40 porque como estuvo Jonás en el vientre del monstruo marino tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra.

El texto no afirma que Jonás estuvo muerto, afirma que estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, y Jesús hace la comparación en ese aspecto, no en que Jonás estuvo muerto.

Lo que el texto si nos deja claro es que la descripción de Jonás dentro del gran pez nos deja ver que él estuvo muy cerca de la muerte. A este tipo de experiencias se les llama una: Experiencia cercana a la muerte. Jonás correctamente pensó que este era su fin, en el vientre del gran pez en el fondo del mar.

Estas experiencias cercanas a la muerte, o el tocar fondo, o a veces una combinación de estas dos, sirve para que las personas vean la realidad de las cosas y les permite recapacitar. Vemos también que hasta este punto Jonás no había clamado a Dios. Él estaba decidido a no obedecer la palabra de Dios y estaba atenido a sufrir las consecuencias. 

Pero al tocar fondo, Jonás al fin recapacita y notamos que le pide ayuda a Dios (2:1-2, 4, 7).

Jonás se había alejado de Dios en su corazón, y lo había demostrado al tratar de huir, pero notamos que Dios nunca se alejó de él.

El arrepentimiento mayormente se describe como el andar en una dirección, parar, dar la media vuelta, y empezar en la dirección opuesta. En el caso de Jonás, seria el de parar, dar la media vuelta, y empezar en la dirección rumbo a Nínive. Pero notamos algo, esto es, que Jonás ya no tenia esta opción, al menos que Dios interviniera.

Más allá de parar, darse la media vuelta, y empezar en la dirección opuesta, el arrepentimiento es reparar la relación con Dios. Esto es porque el arrepentimiento es algo relacional. Es dejar de separarse relacionalmente de Dios. Es reorientar nuestro corazón hacia Dios. Notamos, entonces, que Jonás vuelve a confesar su fe en Dios y renueva sus votos.

Todo esto estaba sucediendo conforme al diseño de Dios y Su propósito en la vida de Jonás.

3. El rescate de Jonás

Jonás había tocado fondo en todo el sentido de la palabra. Ya no podía descender más. En su misericordia, y solo por gracia, Dios causó a la ballena a vomitar a Jonás a tierra firme. Jonás dice en el capítulo 2, versículo 6:  Jonás 2:6 Pero Tú sacaste de la fosa mi vida, oh Señor, Dios mío.

Luego Jonás hace una declaración dentro del gran pez y en lo profundo del mar: 

Jonás 2:9 “La salvación es del Señor”.

Los maestros de la Biblia han llamado a esta declaración como el centro o corazón de la Biblia.

Es el texto que nos hace ver que la salvación es de Dios y de Dios únicamente. Jonás, por más que quisiera, ya no podía hacer nada para mejorar su situación. Dios lo llevo hasta el fondo del mar y lo único que pudo hacer fue clamar a Dios, y Dios, en su gran misericordia, lo escucha y le responde.

Conclusión

Así como Jonás, nosotros también, en algún punto de nuestras vidas, y de alguna manera y de cierto grado, hemos pasado por una experiencia de tocar fondo, en donde se nos abre una oportunidad para recapacitar y ver la realidad de nuestra situación. O ya lo pasamos, o lo estamos pasando, o un día lo pasaremos.

De lo que podemos estar seguros es que así como Dios tuvo misericordia de Jonás, así también Él todavía es grande en misericordia y nos puede socorrer. Solo nos queda realizar que necesitamos su ayuda, saber que Él es el único que nos puede ayudar, y clamarle a Él como Jonás lo hizo.

Y en Cristo Jesus, nosotros también podemos entrar en relación con Dios, o restaurar nuestra relación con Él, y así salir de la profundidad a la que hemos llegado.