El Alcohólico

Había una vez un hombre alcohólico. Era tan alcohólico que ya todos le decían "el alcohólico". Muy pocas personas conocían su verdadero nombre. Se dice que hace mucho tiempo, el alcohólico era un joven con mucho potencial, pero todo eso había quedado en un lejano atrás. 
Un día, el alcohólico iba caminando, quizás una vez más en busca de aquello que poco a poco lo estaba matando, cuando se encontró con un viejo amigo. Hacía mucho tiempo que no se habían visto o hablado y no se sabe si el alcohólico lo reconoció a primera vista. Este amigo era una de las pocas personas que conocía su verdadero nombre y que lo había conocido antes del descenso a lo que llego a ser. 
El amigo sabia que todos le llamaban "el alcohólico", pero él lo llamo por su verdadero nombre. Cuando el amigo llamo al alcohólico por su verdadero nombre, fue como si no estuviera hablando con él. Hacía mucho tiempo que no escuchaba su verdadero nombre, ya que el alcohol lo había alejado de todos los que le amaban. El amigo tuvo que repetirle y repetirle el nombre, hasta que el alcohólico reconoció que se refería a él. "Vamos, yo te voy ayudar," le dijo el amigo. 
Se dice que el amigo invito al alcohólico a su casa ese mismo día y que ahí permanece hasta el día de hoy.

Al igual que el hombre alcohólico de la historia, muchas personas piensan que lo que han llegado a ser es lo único que hay para sus vidas. Piensan que ese es su destino, su propósito. Pero quizás solo estén viviendo el prologo de la historia que Dios tiene para ellos.

El diccionario de la Real Academia Española define la palabra prologo como «el texto preliminar de un libro, escrito por el autor… que sirve de introducción a su lectura.»

Dios es el autor de nuestra historia. Necesitamos poner nuestra vida y esperanza en las manos de Él. Al igual que el viejo amigo del alcohólico, Dios envío a su hijo Jesús, nuestro amigo fiel, para ayudarnos. Él nos llama hoy y nos invita a casa.

Dejemos que Dios terminé de escribir nuestra historia.

Jesús el profeta – Lucas 4

Lucas 4:1-30

Todo parecía haber empezado bien. Jesús empezó a predicar lleno y en el poder del Espíritu Santo en la ciudad que había crecido, Nazaret. Todos hablaban bien de él y estaban maravillados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Pero fue precisamente este maravillarse de Jesús que llevo al pueblo de Nazaret a preguntarse, «¿No es este el hijo de José?». No había manera que ellos podrían aceptar que quizás Dios tenia un llamado especial para un Nazareno como ellos. El pueblo había visto crecer a Jesús y conocían a su papá, José el humilde carpintero. Reducieron el ministerio de Jesús a alguien que hablaba bonito.

Jesús tuvo que hablarles como él profeta que él es, y les dice que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra. Esto era exactamente lo que estaba pasando; Nazaret no lo acepta como profeta. Jesús les recuerda lo que la Biblia enseña. Les recuerda de cómo dos profetas, Elias y Eliseo, en una ocasión fueron enviados cada uno a alguien que no era parte del pueblo de Israel cuando Israel rechazaron a los profetas. Los Nazarenos entendieron lo que Jesús les estaba diciendo, y en vez de que recapacitaran y examinaran sus palabras para ver si quizás tenia razón o para ver si a lo mejor Dios verdaderamente estaba hablando a través de uno de ellos, ellos se enfurecieron con él.

Estaban tan enojados con lo que Jesús les dijo que lo sacaron de la ciudad y lo llevan hasta la cumbre de la ciudad. Lo querían matar. La intención de ellos era de tirar a Jesús desde la cumbre. Pero no pudieron, ya que Jesús paso de por medio de ellos.

Lucas 4:31-44

Jesús fue a otra ciudad, a Capernaúm, y enseñaba en los días de reposo. Un hombre endemoniado grito a gran voz, «Déjanos. ¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién Tú eres: el Santo de Dios.» Los Nazarenos no podían ver en Jesús más allá de un hijo de un humilde carpintero. Sin embargo, un hombre que lo poseía un demonio reconoció a Jesús por quien él verdaderamente era.

Jesús sano a muchos enfermos en Capernaúm, incluyendo a la suegra de Simón, Pedro. Hay un chiste cristiano que dice que Pedro negó a Jesús porque sano a su suegra. Pero fuera de los chistes, el sanar a muchos enfermos validaba el ministerio de Jesús. También nos dice el texto que, «de muchos salían demonios, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!».» Los demonios estaban confirmando la palabra del ángel Gabriel a María acerca de Jesús (Lucas 1:35). La gente quedo tan impresionada por su ministerio con ellos, que no querían separarse de Jesús. Él les respondió, «También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto Yo he sido enviado«.

Nosotros tampoco podemos ver a Jesús solo como un buen ejemplo, o sólo como un buen maestro. Muchas personas hoy en día aceptan que Jesús es un personaje histórico, aunque otros hasta niegan esta verdad, pero no aceptan que Jesús sea Dios. Las implicaciones de esta verdad es de mucha consecuencia para la vida del ser humano. Sin embargo, Lucas ya nos esta dejando saber que Jesús no solo hablaba bonito, no solo era un buen maestro, no solo pudo ayudar a muchas personas, y no solo fue como uno de los profetas de Dios, sino que él es el Hijo de Dios, entrando en la historia humana a favor de la humanidad.

La obediencia de Juan y Jesús – Lucas 3

Lucas 3:1-20

Lucas empieza el capítulo 3 dándonos aún más datos históricos que establecen lo que él escribe dentro de la historia humana. Nos dice el nombre de 5 diferentes personajes de los cuales tenemos información fuera de la Biblia. Estos son, el emperador Tiberio César, y los gobernadores Poncio Pilato, Herodes, su hermano Felipe, y Lisanias. El Herodes que se menciona en este capítulo no es el mismo que se menciona en el capítulo 1. Junto con estos personajes históricos se menciona también quienes estaban sirviendo como sumos sacerdotes durante este tiempo, Anás y Caifás.

Notamos que el principio de este capítulo se lee muy parecido a como empiezan algunos libros proféticos del Antiguo Testamento, en donde los autores mencionaban quien estaba gobernando, y que en ese tiempo llega la palabra de Dios al profeta (véase Miqueas, Hageo, Zacarías). Esta manera de escribir también establece credibilidad a Juan el Bautista como profeta. Por alguna razón Juan el Bautista se encontraba en el desierto y empieza a predicar. Sin embargo, cualquiera que haya sido la razón, serviría para que se cumpliese la profecía sobre él. Juan el Bautista era el que venia adelante de Cristo Jesús para prepararle el camino. El texto nos dice que Juan fue «predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados,» y es de ahí que surge el nombre de Juan «el Bautista».

Al igual que con los profetas del Antiguo Testamento, el mensaje de Juan el Bautista no era fácil de recibir porque su mensaje confrontaba a las personas. Por ejemplo, le llamaba «camada» o conjunto de víboras a las personas que venían a verlo. Sin embargo, muchas personas respondieron a su llamado al arrepentimiento, incluyendo el bautizarse, y él les enseñaba cómo ellos podían cambiar su manera de vivir. Entre las personas que recibieron el mensaje de Juan estaban los recaudadores de impuestos. Los recaudadores de impuestos eran personas judías que trabajaban para el gobierno romano, y como los romanos habían conquistado a Israel y estaban ocupando y gobernando sobre ellos, los lideres religiosos de Israel consideraban a los recaudadores de impuestos como traidores.

El ministerio de Juan el Bautista comenzó a crecer y esto causo expectativa sobre el llamado de Dios para su vida. El pueblo se preguntó si el seria el Cristo que ellos esperaban. El pueblo de Israel esperaba al salvador prometido, y teniendo a roma sobre ellos, este seria un buen tiempo para que este Cristo surgiera y así él los rescataría de la opresión romana, ya que ellos esperaban a un líder político en este Cristo. Pero Juan había entendido bien su propósito de parte de Dios y les deja saber al pueblo que él no era la persona que ellos esperaban. Les dice que mientras él los bautizaba en agua, vendría uno mayor que él que los iba a bautizar con el Espíritu Santo y fuego. Podemos notar la obediencia de Juan a Dios.

Eventualmente, Juan el Bautista es encerrado en la carcel por Herodes. El texto dice que Juan lo había reprendido, ya que Herodes había tomado a Herodías, la mujer de su hermano. Lucas nos deja saber que esto había sido algo malo que Herodes había hecho, y aparentemente él había hecho otras cosas malas. El texto dice que Herodes «añadió además a todas ellas, esta: que encerró a Juan en la cárcel.» Estos gobernadores creían que podían hacer lo que les placiera y no había nada ni nadie que pudiera hacer algo al respecto. Pero Lucas nos deja ver que estas cosas que Herodes hacía eran malas, y siendo Lucas inspirado por Dios para escribir este evangelio sabemos que Dios también lo notaba, y aunque Herodes no compadeció ante ninguna corte humana para rendir cuentas, un día tuvo que compadecer ante el Dios del universo, ante el Dios santo y justo.

Lucas 3:21-38

Antes de que Herodes encerrara a Juan el Bautista en la cárcel, y mientras el pueblo se bautizaba, también llegó Jesús a ser bautizado por él. Al ser bautizado por él, Jesús valida el mensaje y ministerio de Juan, y a la misma vez cumple con todos los requisitos de Dios para el ser humano. En completa obediencia y humildad, Jesús se somete a la voluntad de Dios. Porque para que Jesús pudiera ser salvador de la humanidad, él tenia que ser completamente humano y completamente obediente a Dios Padre. Jesús no tenia nada de qué arrepentirse, pero el bautizo era lo que Dios le ofrecía a la humanidad. El bautizo era una forma de humillarse ante Dios. Era, y sigue siendo, una manera de reconocer la condición de humana, una condición frágil y afectada por el pecado y muerte, y también era, y sigue siendo, la manera de correr a Dios por misericordia.

El texto nos dice que fue en el bautizo de Jesús que el cielo se abrió y que el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal como una paloma. El texto no dice que fue una paloma, sino como paloma. También dice que una voz del cielo dijo, «Tú eres Mi Hijo amado, en Ti me he complacido.» Jesús es el único Hijo del Hombre que doblo su orgullo y agenda personal ante Dios. Jesús fue obediente hasta la muerte, y es él quien hoy en día también puede ayudarnos. Los maestros de la Biblia han observado que en esta parte de Lucas capituló 3 se hace presente la Trinidad de Dios. Esta la voz del Padre, el Hijo siendo bautizado, y el Espíritu Santo descendiendo.

En otro de los cuatro evangelios que tenemos en la Biblia, en el evangelio según Mateo, notamos una genealogía de Jesús que empieza desde Abraham. Esto nos asegura que Jesús es un descendiente de Abraham. Pero Lucas nos provee una genealogía de Jesús que nos lleva de regreso hasta Adán. Esto nos asegura que Jesús venia a dar salvación a todas las naciones. No se sabe exactamente porque la genealogía de Jesús varia entre Mateo y Lucas, pero la explicación de que la genealogía de Mateo traza la linea de los reyes de Israel hace sentido. Quizás no sabremos porque la diferencia. Pero lo que sí sabemos es que por medio de Jesús, nosotros también hemos encontrado favor delante de Dios Padre.

Luz a los gentiles – Lucas 2

Continuó leyendo el evangelio de Lucas en este mes de diciembre 2022. Estaré haciendo observaciones del texto mayormente. Acompáñame a leer y estudiar este libro de la Biblia.

Lucas 2:1-7

Lucas menciona dos personajes históricos de los cuales tenemos información sobre ellos fuera de la Biblia, estos son, Cesár Augusto y Cireno quien fue gobernador de Siria en ese entonces. Este dato ayuda a la credibilidad de Lucas como autor, ya que lo que escribio esta ligado a eventos históricos. Parece ser que hay una discrepancia en la fecha que se menciona el censo con el gobierno de Cireno, pero los maestros de la Biblia han podido ofrecer explicaciones razonables que mitigan el conflicto. Te invito a que puedas investigar este asunto.

Debido al censo, José viaja con su comprometida María, quien estaba embarazada, de la ciudad en donde vivían, Nazaret, a Belén, que era la ciudad de los antepasados de José. Y estando ahí se le cumplen los días del alumbramiento a María. Ella da a luz al niño Jesús, y lo tuvieron que poner en un pesebre porque no había lugar para ellos en la casa donde se hospedaban.

Podemos notar que por un lado, los hombres poderosos toman decisiones que afectan al resto de la población (el censo), así ha sido siempre. Por el otro lado, miramos como todos estos eventos alrededor del nacimiento de Jesús estaban ya profetizados. El evangelio según Mateo nos informa sobre cómo fue profetizado que Jesús nacería en Belen. Entonces es Dios quién va guiando la historia humana para cumplir sus propósitos y lo único que los poderosos pueden hacer, conscientes o no, es llevar acabo el plan y propósito de Dios.

Mucho se ha dicho sobre las circunstancias en las que nació Jesús. Sabemos que el pesebre era en donde se les daba de comer a los animales domésticos, y que José y María probablemente se quedaron en el cuarto de la casa en donde dormían los animales domésticos. Algunos mencionan que la razón principal por la que ellos no tuvieron un lugar mejor en donde hospedarse fue porque todos los demás lugares ya estaban llenos, debido al censo. Pero esto ya lo sabemos porque esto es lo que el texto precisamente nos dice.

Lo que es importante notar es que esta información nos apunta el hecho de que José y María eran personas de condiciones humildes. Si José hubiera sido un hombre poderoso, como Cesár, o si hubiera sido un hombre de estatus social alto, alguien hubiera hecho lugar para ellos. En todo caso, a más de alguien hubieran tenido que pasar al cuarto en donde dormían los animales domésticos para darle lugar a ellos. Pero no fue así, estas fueron las condiciones humildes en las que nace Jesús.

Lucas 2:8-20

El ángel del Señor se le aparece a un grupo de pastores que estaban cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche. El texto nos dice que la gloria del Señor los rodeo de luz, y los pastores tuvieron gran temor. Esta visita angelical era inesperada para los pastores. Tuvieron mucho miedo. Pero el ángel les dice que había venido para darles buenas noticias. Y si la aparición del ángel no fuera suficiente, de repente apareció junto con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, glorificando y alabando a Dios.

El ángel les anuncia que había nacido un Salvador en la ciudad de David. Luego les da direcciones de en donde encontrarlo y les da detalles de cómo encontrarían al bebé Jesús. Los pastores fueron a buscar a Jesús y lo encontraron tal y como el ángel les había dicho. Los pastores les dijeron a José y María, y a todos los que estaban con ellos, lo que habían visto y escuchado de parte del ángel. María atesoraba estas cosas y las meditaba en su corazón. Después de esto los pastores se regresaron e iban glorificando y alabando a Dios por todo lo que les había sucedido.

Ser pastor en el antiguo mundo era una profesión humilde. Los pastores de rebaños no gustaban de un alto estatus en la sociedad, ni tampoco eran personas poderosas. Sin embargo, no observo en el texto una mejor explicación del porque Lucas escribe que el ángel del Señor se le aparece a ellos, sino para demostrarlos el contraste entre el gran poder de Cesár Augusto, junto con Cireno, y que no fue a ellos a quienes el ángel llego para darles las buenas noticias, sino que fue a los humildes pastores.

En Lucas 1:52, María había dicho que a los poderosos, Dios los había quitado de sus tronos, y había exaltado a los humildes. No fue en un sentido literal, Cesár continuaba siendo Cesár, sin embargo, Dios no se revelo a ellos, sino a los humildes. Es una gran lección para todos nosotros hoy en día. No que el ser poderoso sea algo malo, sino que el favor y la misericordia de Dios es para todos los que en su corazón son como estos humildes pastores.

Lucas 2:21-52

El texto continua y no dice que Jesús fue presentado en el templo cuando todavía era un bebé, de acuerdo a la ley de Dios. José y María tenían que ofrecer un sacrificio a Dios conforme la ley, y nuevamente Lucas provee un detalle importante, ya que la cita del Antiguo Testamento que el da era acerca del sacrificio que la gente pobre tenía que dar. Esto nuevamente nos indica la condiciones humildes en las que se encontraban José y María, y por consecuencia, Jesús.

Estando aún en el templo, aparecen dos personas. El uno era un hombre llamado Simeón, quien dice el texto que el Espíritu Santo estaba sobre él, y también una profetiza llamada Ana, quien era una viuda. Estas dos personas reconocieron a Jesús no como a un niño ordinario, sino como el Salvador y redentor de todos los pueblos. José y María quedan asombrados de lo que estaban escuchando sobre su hijo, ya que, aunque Dios les había hablado a ellos sobre su hijo, ahora también otras personas reconocían algo especial en él.

El texto ya no nos dice más sobre Jesús sino hasta que el tiene doce años de edad. Dice que él y su familia había ido a Jerusalén, como lo solían hacer todos los años, y que en este viaje en particular Jesús no regreso con ellos. José y María, pensando que él venia junto con ellos, no volvieron a ver a Jesús hasta el tercer día. María le dice a Jesús que ellos estaban llenos de angustia. El último dato que vemos sobre la niñez de Jesús es que continuo sujeto a sus padres, y que crecía en sabiduría, en estatura (o en edad) y en gracia para con Dios y los hombres.

Años después, María otra vez iba a estar llena de angustia por su hijo durante tres días, ya que Jesús iba a padecer en una cruz y estar muerto. Pero después de tres días él se levantaría y así haber logrado una gran salvación para todo aquel que en él crea. Fue esto lo que dijo Simeón al cargar al bebé Jesús en sus brazos, que había visto la salvación de Dios, para todos los pueblos, y que Cristo Jesús era la Luz de revelación para los gentiles, y gloria del pueblo Israel.

Jesús, Hijo de Dios – Lucas 1

Y le pondrás por nombre Jesús… sera llamado Hijo de Dios.

Lucas 1:31, 35, NBLA

El equipo de alabanza de mi iglesia local estará leyendo el evangelio de Lucas este mes, así que tomare esta oportunidad para publicar mis notas de la lectura. La meta es de leer un capitulo por día, por 24 días (Lucas tiene 24 capítulos).

Lucas 1:1-4

Viviendo en un tiempo en donde la tecnología y la ciencia esta avanzada, me gusta que, aún en ese entonces, el autor Lucas escribe sobre su propósito al escribir este evangelio. Admite que otras personas han tratado de poner en orden los eventos alrededor de la llegada de Cristo Jesús al mundo, pero también le pareció bien a él poder poner en orden estos eventos por si mismo.

Lucas también admite que él no fue testigo ocular de todas estas cosas, sin embargo, afirma que él primero lo investigó todo con diligencia. Él tomó el tiempo para investigar, examinar el testimonio de las personas. Muchos de los testigos oculares todavía estaban vivos en ese entonces, y Lucas pudo recopilar el relato de estos testigos sobre lo que había ocurrido.

Este relato de Lucas es muy importante porque establece credibilidad en lo que escribe. Es curioso notar que Lucas le escribe este evangelio, así como el libro de los Hechos, a Teofilo (Hch. 1:1). Se dice que el título de “excelentísimo” era un título para oficiales romanos o personas de alto estatus social dentro del imperio.

Lucas 1:5-25

Lucas comienza dando dos datos importantes. Nos dice quien era el rey de Judea (Herodes) y quien era el sacerdote de turno (Zacarías). Esto establece un dato histórico, y no deja espacio a cualquier noción que Lucas escribe un cuento de hadas. Relata un hecho basado en la historia humana.

Aquí conocemos al papá y la mamá de Juan el Bautista, Zacarías y Elisabet. El ángel Gabriel se le aparece a Zacarías para dejarle saber lo que iba a suceder. Aunque ambos están ya avanzados de edad, Zacarías y Elisabet tendrían un hijo y el ángel le da el nombre del niño, Juan. Este hijo sería grande delante del Señor y sería lleno del Espíritu Santo, aún desde el vientre.

Zacarías literalmente no podía creer lo que estaba escuchando. Dudaba que Gabriel sabía lo que le estaba diciendo, ya que ambos, Zacarias y su esposa Elisabet, eran avanzados de edad. Pero aparentemente a Gabriel no le gusto esto, ya que deja a Zacarías sin poder hablar hasta que todas estas cosas sucedieran.

Lucas 1:26-38

El ángel Gabriel es nuevamente enviado a la tierra, esta vez para entregarle una mensaje a Maria, una virgen comprometida para casarse con José, descendiente de nada más y nada menos que el rey David. Si, el David que peleó contra el gigante Goliat.

Gabriel le dice a Maria que concebiría a un Hijo, que le tenía que poner por nombre Jesús, el cual sería llamado Hijo del Altísimo, el cual recibiría el trono de su padre, David. Sin embargo, a comparación de David y su descendencia después de él, este Hijo de David reinaría para siempre, y su reino no tendría fin.

A comparación de Zacarías, Maria tuvo curiosidad de lo que Gabriel le dijo que sucedería. El preguntarse algo no es lo mismo que dudar o ser incrédulo. Gabriel le responde diciendo que el Espíritu Santo vendría sobre ella, aun sin ella todavía haber consumado su matrimonio con José, y quedaría embarazada. Gabriel le afirma que este Niño era santo y sería llamado Hijo de Dios.

La actitud de Maria nos demuestra mucho. Ella decide rendirse a la voluntad de Dios. Sabía que quedaría embarazada aun sin haber consumado su matrimonio con José, no sabiendo como él reaccionaría, no sabiendo que pasaría de su reputación. En humildad acepta la palabra de Dios por medio del ángel Gabriel.

Lucas 1:39-56

Maria, estando ya embarazada, fue a visitar a Elisabet. Por alguna razón el texto dice que ella fue “apresuradamente”. Cuando Maria llegó, el bebé saltó en el vientre de Elisabet y ella fue llena del Espíritu Santo. Importante notar que el texto no especifica otra manera en que el bebé fuera lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre. Sin embargo, esta parece ser la manera que el bebé fue lleno del Espíritu Santo, por extensión de que su mamá fue llena.

Notamos la actitud humilde de Elisabet. Ella se pregunta, “Por que me ha acontecido esto a mi, que la madre de mi Señor venga a mi?” Ella reconoció la visita de Maria como algo favorable de parte de Dios, particularmente ya que dentro del vientre de Maria estaba el Salvador de su vida, la esperanza de todas las naciones.

La expresión que sigue de Maria es algo maravilloso. En particular notamos la inversión de la dinámica del reino de Dios, bajo el señorío de Cristo Jesús: A los poderosos se le quita sus tronos, los humildes son exaltados, a los hambrientos se les colma de bienes, y los ricos son despedidos con las manos vacías. Dios continúa demostrando su gran misericordia para con su pueblo. Esta misericordia es para siempre.

Lucas 1:57-80

Nace Juan el Bautista conforme la palabra del ángel Gabriel, y Zacarías, todavía sin poder hablar, escribe que le pusieran por nombre Juan, y no Zacarías, según era la costumbre en ese tiempo. Luego Zacarías pudo hablar otra vez, conforme la palabra del ángel Gabriel, y todas estas cosas se empezaron a saber en la región de donde vivían y todos estaban asombrados de lo que estaba ocurriendo.

Continúa el texto diciendo que Zacarías también fue lleno del Espíritu Santo, al igual que Elisabet y su bebé, y profetiza. La profecía habla del propósito de todo lo que estaba ocurriendo: la redención y salvación de Dios estaba llegando. Dios no había desamparado a su pueblo. Dios estaba cumpliendo sus promesas. Un nuevo amanecer estaba apunto de iniciarse, la luz de lo alto estaba por presentarse. Esta luz alumbraría a los que habitaban en tinieblas, en sombra de muerte, y guiaría sus pies en el camino de paz.

Reflexiones sobre el estudio de Filipenses

Acabo de concluir el estudio de la carta de Pablo a los Filipenses en el podcast. Me tomó un poco más de un año y publique un total de 20 episodios. Quisiera compartir un poco sobre mi experiencia.

Como escogí un libro de la Biblia para examinar

Cuando decidí examinar la carta a los Filipenses todavía estábamos en medio de la pandemia. Aunque en algunos lugares alrededor del mundo ya estaban quitando las restricciones implementadas, muchos otros todavía las mantenían. Había aun incertidumbre en lo que iba a pasar en ese entonces. En mi iglesia local se empezó a enseñar y predicar sobre la iglesia y como era necesario que la congregación se volviera a activar, ya que como la mayoría, sino todas, de las iglesias estaban experimentando una declinación de asistencia, así como de compromiso. Esto es algo que aun continua hoy en día.

Estas fueron las circunstancias que estaba viendo a mi alrededor y realmente no me recuerdo como es que empece a pensar en Filipenses. Pero para mí fue evidente al empezar a leer la carta que esta era una carta que hablaba a la situación actual. Por ejemplo, note que Pablo estaba en una cárcel cuando escribió Filipenses. Eso me llevo a preguntarme cómo es que en ese tiempo él pudo escribir desde una cárcel. Empece a consultar comentarios Bíblicos y Biblias de estudio, y fue ahi donde supe que probablemente Pablo estaba en un tipo de arresto en casa. En cierta manera entonces, seria un equivalente a las restricciones que todavía experimentábamos, aunque también reconozco que la comparación no es exacta.

Entre más leí la carta, más note como esta carta podia hablarle a los cristianos, a la iglesia, que todavía estaban pasando por las restricciones de la pandemia. Entonces decidí seguir leyendo la carta y continuar estudiando y examinando. Empece a buscar en las redes sociales para ver si iglesias o ministerios ya habían notado esta similitud. Encontré varias predicaciones, mayormente en inglés, que hicieron la conexión entre la pandemia y las circunstancias en la que la carta a los Filipenses fue escrita, pero no encontré una serie de predicaciones o enseñanzas sobre toda la carta.

Decidí entonces que iba a desarrollar una serie de episodios para examinar el texto de toda la carta. Comencé a planificar y pensé que cuatro episodios serian suficientes, ya que la carta no es muy extensa. Pero al empezar a escribir y tomar notas y pensar más en cómo seria cada episodio, realice que había mucho contenido, y pensé que seria mejor dejar que el texto fuera guiando los episodios. O sea que si un solo versículo necesitaba de una explicación larga, entonces solo examinaría un versículo durante un episodio. Así deje entonces que el texto guiara los episodios.

Lecciones

Aprendi mucho sobre Filipenses durante todo este tiempo. También aprendi más sobre como leer, estudiar, y examinar la Biblia, y particularmente sobre cómo estudiar libros enteros de la Biblia. Me sorprendió notar qué tantos versículos populares de toda la Biblia se encontraban en esta carta, y también pude notar que en muchos casos, estos versículos se sacan de su contexto y no son bien aplicados a la vida en general y a la vida cristiana en particular. Lo que más me sorprendió durante el estudio de Filipenses fue que tan importante es de por lo menos consultar el lenguaje original. En este caso, consultar el griego fue clave para entender mejor el mensaje de la carta. No cabe duda que esto mismo se aplica a todos los libros de la Biblia.

Otra de las cosas que aprendi durante el estudio de Filipenses fue el aspecto de publicar episodios del podcast. Desde cómo escribir los episodios, a la grabación y post producción de ellos, pude ver todo el trabajo que requieren cada episodio. Crecí en mi apreciación de todos los ministros de Dios que tienen que enseñar y predicar la Biblia cada semana. No es un trabajo fácil. Creo que todavía no he encontrado el formato de cómo escribo los episodios o cómo los produzco, pero haber empezado sin tener experiencia en publicar episodios del podcast a el poder terminado 20 episodios de la carta creo que fue un buen progreso.

Después de unos 15 episodios, empece a realizar que quizás ya eran muchos episodios, especialmente porque solo estaba publicando de uno a dos episodios por mes. Quise empezar a concluir los episodios pero no pude. No fue hasta antes de trabajar en los últimos 3 episodios que decidí que ya era tiempo de terminar la carta. Tuve que cubrir más y más del texto en cada para poder lograrlo, lo cual no era lo que preferiría hacer, pero lo tuve que hacer para poder concluir la carta. En el futuro tendré que ser más intencional en la planificación de las series de episodios.

Trabajo en progreso

Todavía continuo desarrollando mi voz, en el sentido de mi manera de hablar. Ha sido un desafío grande el ponerme a hablar en un micrófono para grabar, sin saber mucho sobre mi audiencia. Pero mi meta es el de poder ayudar a las personas a leer y estudiar la Biblia, así que continuare tratando de sentirme cómodo grabando mi voz para los episodios y ser yo, no tratar de ser algo que no soy, sino ser de la manera que Dios me diseñó.

Aunque estoy consciente que debo seguir creciendo en todos los aspectos del podcast, estoy contento de lo que he podido lograr hasta hoy, y la meta seguirá siendo de poder publicar episodios más seguido de lo que hasta hoy he logrado. Le doy gracias a Dios por su infinita misericordia de permitirme hacer esto. Cualquier cosa buena que haya en el podcast proviene de Él. A Dios la gloria.

El deleite de la Palabra de Dios

Sino que en la ley del Señor está su deleite,
Y en Su ley medita de día y de noche!

Salmos 1:2

Así como el salmista, así también quiero deleitarme en tu Palabra, mi Dios. El poder meditar en ella de día y de noche.

Cuántos días han pasado en que no medito en tu Palabra? Ayúdame cuando so siento el meditar en tu Palabra.

Tu Palabra es verdad. Ayúdame a confiar en ella y dejar que esa Palabra guié mi caminar.

Amén!

La buena obra

Estoy convencido precisamente de esto: que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.

Filipenses 1:6 NBLA

Filipenses 1:6 es un versículo popular de la Biblia. Muchas personas citan este versículo y la carta de Pablo a los Filipenses tiene varios versículos más, los cuales son unos de los más populares de toda la Biblia. Este versículo es muy significativo en nuestro entendimiento sobre nuestra fe, sobre el cristianismo en si.

Pablo les afirma a los Filipenses que si Dios empezó la obra en la vida de ellos, que Dios mismo la estaría perfeccionando. Esto es porque la obra de salvación no es algo que podamos lograr por nosotros mismo.

El tema de la salvación es un tema extenso en la Biblia. Al estudiar la Biblia nos podremos dar cuenta que la Biblia enseña que la salvación es algo que Dios hace por nosotros, y que nosotros no podemos hacer por nosotros mismos.

Al examinar el texto podemos notar que no dice que Dios empezó la obra y que Él la perfeccionara, solo mientras tanto la persona ponga de su parte. La obra de salvación solo involucra a Dios. Él es el héroe de esta gran salvación del ser humano.

La obra de Dios en nosotros, entonces, no solo es un acto. Dios nos salvo. Pero también es algo que Dios continua haciendo. Es una obra que continuara hasta el día de Cristo. Por eso es que a veces podremos pensar que Dios se retrasa en su proceso de perfeccionarnos, pero podemos tener la confianza de que si el empezó la obra, Él también la terminara.

Si Dios empezó la obra en tu vida, podemos descansar en su promesa que será Él quien la perfeccionara. Este descanso no significa que la persona salva por Dios no tiene que hacer nada una vez sea salva. Claro que no. Pero significa que la persona salvada por Dios puede ocuparse en vivir la vida cristiana no para ser salvo, sino porque ya lo es.

Participación en el Evangelio

Por su participación en el evangelio desde el primer día hasta ahora.

Filipenses 1:5, NBLA

Antes que les escribiera la carta a los Filipenses, Pablo había ido a predicar y fundar la iglesia local en Filipos. Desde entonces, los Filipenses habían estado apoyando a Pablo en su misión de ir y predicar el evangelio de Cristo y hacer discípulos. Los Filipenses habían creído el mensaje del evangelio que Pablo les predico, y luego apoyaron a Pablo para que siguiera predicando el evangelio de Cristo y establecer iglesias locales en las ciudades que él visitaba como lo había hecho con ellos.

El evangelio de Cristo era lo que unía a los Filipenses con Pablo.

Tal era la relación cercana con los Filipenses, que Pablo usa una palabra con un significado extenso. El usa una palabra en griego que hasta hoy en día se usa en círculos cristianos. Es la palabra koinonia. La palabra tiene el siguiente significado:

  • Compañerismo, asociación, comunidad, comunión, participación conjunta, coito
  • La parte que uno tiene en cualquier cosa, participación
  • Coito, compañerismo, intimidad
  • Un regalo contribuido, una colección, una contribución, como exhibiendo una encarnación y prueba de compañerismo

En Filipenses 1:3 Pablo les dice que él le daba gracias a Dios cada vez que se acordaba de ellos, y luego en el versículo 4 les dice que él oraba con gozo cada vez que oraba por ellos. Y aquí en el versículo 5 les dice que estas dos cosas eran por la koinonia, una comunión intima, que ellos gozaban en el evangelio de Cristo.

Este es el llamado para los cristianos en la iglesia local. El evangelio de Cristo es el fundamento para tener relaciones cercanas dentro de la iglesia local, el poder conocer a otros y ser conocido por otros. Y no solo eso, sino que este tipo de relaciones deberían ser duraderas. «Desde el primer día hasta ahora,» les dice Pablo, indicando que no era una relación reciente. El evangelio de Cristo había hecho que Pablo gozara una cercanía con los Filipenses desde que él había fundado la iglesia.

Que Dios nos ayude a tener este tipo de comunidad en nuestras iglesias locales, basadas en la buena noticia de Cristo Jesús.

De enemigo a arquitecto de la Iglesia

Pablo

Filipenses 1:1 (NBLA)

Hay una tendencia en las redes sociales en donde las personas publican dos fotografías, y las titulan la primera «como empezó» y la segunda «como va».

He visto esta tendencia usarse en una pareja. El esposo o esposa publica muestra la primera fotografía de la boda, cuando la pareja eran jóvenes, delgados quizás. Esta fotografía es la de «como empezó». Luego muestran la segunda fotografía después de muchos años de matrimonio, la pareja ya no tan joven, ya no tan delgados, y quizás hasta con hijos e hijas. Esta fotografía es la de «como va». En fin, este es un ejemplo de muchos que se usan hoy en día para mostrar cambios.

Algo similar a esta tendencia sucedió con Pablo. Empezó como un enemigo y perseguidor de la iglesia, pero después terminó siendo un arquitecto de ella, según nos cuenta la Biblia. Fue un enemigo de la fe, y terminó defendiendo y batallando por ella.

¿Cómo sucedió esto? 

Pablo iba de camino a perseguir a los cristianos y de repente Jesús se le apareció. Las personas que iban acompañando a Pablo, nos cuenta la Biblia, solo vieron una gran luz, mientras que Pablo vio a Jesús glorificado. Pablo se quedó ciego por tres días después de haber visto la gloria de Jesús, se convierte al cristianismo (porque si el Jesús glorificado se te aparece en el camino eso es lo que uno tiene que hacer), y es enviado por Jesús a predicar el evangelio, esto es, las buenas nuevas acerca de Jesús. La historia de conversión de Pablo y de su trabajo como un enviado de Jesus, lo puedes leer en el libro de los Hechos. 

Pablo empezó a predicar el evangelio, yendo de ciudad en ciudad, estableciendo iglesias. Pablo continuaba su contacto con las iglesias visitándolas, y escribiendo cartas a esas iglesias. Una de las cartas que Pablo escribió fue la carta a los Filipenses. Es más, esta carta la escribió desde la cárcel.

Pablo escribe su nombre al principio de la carta, que era la costumbre en ese tiempo cuando alguien escribía una carta. De las trece cartas escritas por él, las trece cartas llevan su nombre al principio de cada una de las cartas (véase Rom. 1:1, 1 y 2 Cor. 1:1, Gal. 1:1, Efe. 1:1, Fil. 1:1, Col. 1:1, 1 y 2 Tes. 1:1, 1 y 2 Tim. 1:1, Tito 1:1, y Filemón 1:1).

En Pablo podemos ver la gracia de Dios en acción. Dios toma a un enemigo de la iglesia, y lo hace un servidor, un arquitecto de ella.